MATAR CON ELPENSAMIENTO PENSAMIENTO
Solo he visto una vez un acto de brujería en marcha. Alrededor de la medianoche, salí a dar mi habitual paseo nocturno. Andaba por el jardín cuando vi una brillante luz en dirección a la casa de un hombre llamado Tupoi. La seguí hasta que una barrera de hierba oscureció la visión. Corrí para ver dónde se dirigía la luz, pero no pude ver nada. Cuando pregunté a la mañana siguiente (a los criados) si alguien había salido con la única lámpara que tenían, me dijeron que no y que la luz presenciada por mí había sido cosa de brujería. Esa misma mañana me enteré de la muerte de un familiar de Tupoi, que vivía en su misma casa. Este incidente explicaba la luz que había visto».
El testimonio que antecede –resumido dada su longitud original– lo aportó el prestigioso antropólogo E. E. Evans-Pritchard (1902-1973) en su obra esencial Brujería, magia y oráculos entre los azande (1937). Antes de explicar dicha experiencia, Evans-Pritchard menciona el concepto de mbisimo mangu o «alma de los brujos» de los azande –pueblo centroafricano–, según el cual el brujo puede dirigir su alma contra la víctima que desee: «El alma de la brujería puede abandonar su casa corpórea en cualquier momento del día o de la noche, pero los azande piensan que un brujo envía su alma para una misión de noche cuando su víctima duerme. Viaja por el aire emitiendo una luz poderosa. Durante el día la luz solo puede ser vista por los brujos y hechiceros, pero cualquiera puede tener la rara desgracia de observarla una noche. Los azande dicen que la luz de la brujería es como el resplandor de las luciérnagas, pero mucho más grande y brillante».
ENFRENTAMIENTOS MÁGICOS
Evans-Pritchard intentó buscar causas naturales explicativas de este tipo de sucesos, mientras que si nos acercamos a (1896), obra de sociólogo y etnógrafo alemán Alfred Vierkandt (1867-1953), vemos que atribuyó al «hombre primitivo»
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