Château de Versailles
Palacio de Versalles
Monumento de la belleza y extravagancia monárquica
Es difícil para nosotros imaginar que en algún momento el palacio más reconocido del occidente, el símbolo del absolutismo, no era más que una humilde residencia privada. Fue en estas tierras en el norte de Francia donde un 24 de agosto de 1607, el rey Luis XIII arribó para explorar los bosques que, en aquel entonces, abundaban de faisanes, jabalíes, y ciervos. En 1623, Luis decide construir ahí un pequeño pabellón de caza, el cual abre sus puertas por primera vez en 1624. Maréchal de Bassompierre, cortesano francés, al admirar la edificación, la descarta como una residencia que, “un simple caballero no sentiría demasiado orgullo por su construcción.” En 1631, Luis decide reconstruirlo, pero no sería hasta 1634 que finalmente se sentarían las bases de lo que se convertiría en el palacio que conocemos hoy en día.
El Rey Sol
Las circunstancias cambian radicalmente cuando Luis XIV llegó al poder. El joven rey inmediatamente se sintió atraído a Versalles, y contempló un proyecto sumamente más grande que el de su padre. La primera
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