UNA HISTORIA BRILLANTE
Desde que en 1884 abriese su primera tienda en la Via Sistina de Roma, Bvlgari ha forjado un imperio que abarca joyas, relojes, perfumes, accesorios y hoteles. El que hasta 2011 se mantuvo como negocio familiar -el grupo francés Louis Vuitton Moët Hennessy lo compró en marzo de aquel año por 4.300 millones de euros, en una transición que mantuvo a los nietos del fundador, Paolo y Nicola Bulgari, en los puestos de dirección- contempla sus más de 130 años de historia con una salud de hierro. Sin datos a los que poder acudir -LVMH no hace públicas las cifras de cada una de sus marcas por separado-, desde la firma se asegura que estos últimos años ha experimentado un fuerte incremento, «superior al de nuestra competencia y con un crecimiento de doble
