lujo en tiempos de cambio climático
Estamos en el siglo XXI y es probablemente cierto que quien lea estas palabras también habrá leído el final de un correo electrónico que diga lo siguiente: «Antes de imprimir este e-mail piense bien si es necesario hacerlo». También es verdad, una verdad incómoda, diría Al Gore, que cada año de lo que va de este siglo ha sido más caliente que el anterior. Que los glaciares se derriten. Los océanos se acidifican. Las olas de calor se agravan.
Todo esto es el entorno y también la esclavitud moderna en las maquilas. El «hot spot turístico del año». Los diamantes en el anillo de Meghan Markle. O los acordes de bosque en las fragancias masculinas. Ante la inminencia del cambio climático y las inequidades sociales que resultan de los excesos en el presente, las industrias de la moda y el turismo se han dedicado al desarrollo de estrategias para mejorar el bienestar ambiental y social en el planeta. Tomando en cuenta que ambas juegan un papel crítico en la cultura del consumo y la erosión del planeta, examinamos sus planes sustentables.
«LAS MARCAS SE ESTÁN CONVIRTIENDO EN LÍDERES CÍVICOS Y TERAPEUTAS».
LA EVOLUCIÓN DE LAS MARCAS
En este contexto,
