LA TRIPLE VIDA DE CRUZALEY
Cada día, el despertador suena sin falta a las 5:30 de la mañana. No hay manera de postergar la alarma. María Cruzaley tiene que levantarse de la cama porque una hora después debe cargar en una camioneta el pan dulce que debe repartir. A las 7:00 o antes de ser posible, ya tiene que estar en ruta.
Ella trabaja como repartidora de la empresa Bimbo y recorre el centro de Morelia y zonas aledañas para surtir el producto a las tienditas.
De lunes a viernes su jornada laboral concluye a las 3:00 de la tarde. A María le queda un reducido margen de una hora, hora y media si tiene suerte, para acudir a los campos de entrenamiento vestida con el uniforme de Morelia femenil; antes de las 5:00, ya
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