Larga vida a tu anillo!
El primer hombre que regaló un diamante de compromiso fue el archiduque Maximiliano de Austria, quien le dio a María de Borgoña un anillo como símbolo de su amor a finales del siglo XIV, haciendo que todas las mujeres desde entonces desearan uno. Los rubíes y los zafiros también eran piedras comunes en las joyas simbólicas de la época, pues representaban la pasión y el cielo respectivamente, pero al final fue el diamante quien ganó la batalla por aquella teoría de los griegos de que son pedacitos de estrella que han caído a la Tierra. ¿Y por qué un anillo en lugar de unos aretes, reloj, pulsera o un collar? Porque el círculo representa el ciclo infinito, y eso es todo lo que una pareja desea.
Más vale prevenir
El diamante
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