El ritmo de la venganza
La venganza es un plato que se sirve frío
ntentar explicar en unas pocas líneas el origen del cine de venganza sería como intentar contener una riada con un trozo de papel. Virtualmente imposible. Pero sí podemos recordar personajes, papeles y películas, recientes o no, especialmente protagonizadas por mujeres, que nos sirvan para poner el género en contexto y, sobre todo, que nos puedan proporcionar nuevas, sino que están más cerca de , la cinta (fallida y con el mismo problema que esta) que protagonizó Jennifer Garner, una actriz a la que el cine de acción no ha sabido aprovechar como debería. Por supuesto, eso la acerca a la línea de películas como , el mítico filme de 1974 con Charles Bronson al frente del reparto. Pero también tiene cosas en común con , la cinta de Luc Besson, o , la película de Jennifer Lawrence, con su tono de espionaje internacional lleno de mentiras y secretos. Aunque intenta jugar la baza de ser más creíble en la acción. Más realista, sin convertir a la heroína en una máquina de matar, sino en una mujer que duda, sin casi entrenamiento, movida por un deseo irrefrenable de venganza pero a veces enfrentada al remordimiento y al miedo. No podemos olvidarnos de , por supuesto, donde Uma Thurman hacía de la venganza un arte. Ni tampoco de , la película de Abel Ferrara. O incluso de y la saga de la original. Pero, si debemos finalizar con un título (de los muchos que nos faltan), que sea , el brillante cierre de Park Chan-wook a su trilogía de la venganza…
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