Paraíso de la desconexión
ANTES DE COMENZAR EL VIAJE a conocer las maravillas que se ven en esta región, es importante considerar que es un lugar que lucha constantemente contra la estacionalidad. Esto porque el salvaje clima, muchas veces, aísla o no permite recorrer todas sus maravillas. Pero, si revisaste el reporte meteorológico, solo queda confiar y disfrutar todo lo que el lago O’Higgins tiene para ofrecer.
El camino a Villa O’Higgins puedes hacerlo de dos formas, por aire y por tierra. Puedes seguir la Carretera Austral, cruzando los ríos Baker y Bravo, los de mayor caudal en Chile, hasta llegar a Villa O’Higgins. Este trayecto puede durar hasta un día, pero tiene la ventaja de irse introduciendo en la Patagonia, y la mística de cruzar el fiordo Mitchel y la desembocadura del río Bravo en barco.
La otra opción que puedes tomar, consiste en cruzar por aire desde el aeropuerto de Balmaceda. El trayecto dura alrededor de una hora y media en llegar a Villa O´higgins, y sobrevuela parte de la geografía de la región, entregando postales de ensueño que no son visibles desde tierra. Mientras te elevas, aparecen a la vista un camino de glaciares: el Parque Nacional Cerro Castillo te abre paso a aquellos hielos milenarios, los glaciares desconocidos de la Región de Aysén. Finalmente, el vuelo charter de Aerocord, aterriza en la pista de villorio Villa O´Higgins, el centro desde
