¿LA DOBLE VIDA DE DONNA?
El río Spokane atraviesa el norte de Idaho y la parte oriental del estado de Washington, además de dar nombre a una apacible ciudad de la América rural. Fue en una de sus orillas donde se encontraron, en 1990, los cuerpos sin vida de tres prostitutas. Durante años no se supo nada del asesino. Finalmente, en julio de 2017, se celebró un proceso: la justicia sentó en el banquillo de los acusados a una señora con antecedentes penales llamada Donna Perry, una mujer transexual cuyo nombre, antes de la cirugía de reasignación, era Douglas Perry. De hecho, en 1990, cuando aparecieron los tres cadáveres, aún era un hombre. Durante el juicio, Donna negó abiertamente los asesinatos; sin embargo, sí reconoció haberse sometido a la operación para no levantar sospechas y de esa manera alejarse de la investigación lo suficiente.
Volvamos a Douglas Perry. Era un delincuente. Y no precisamente un criminal menor: en 1987 había sido condenado por imprudencia temeraria y, un año después, por tenencia de explosivos sin licencia. Cuando registraron su casa, la policía encontró varias pistolas y miles de cartuchos de munición. Fue arrestado varias ocasiones más en los años 90 debido a su arsenal, pues según la legislación vigente en aquella época, las dos primeras condenas lo inhabilitaban para la posesión futura de armas de fuego. Hizo caso omiso.
TRES MUJERES MUERTAS
Como en muchos otros lugares
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