LA CASA AMARILLA UN SUEÑO COLECTIVO
Feb 14, 2020
4 minutos
Por Henar L. Senovilla
i querido Theo: por fin estamos en el buen camino. Ciertamente, no importa estar sin hogar y vivir en los cafés, como un viajero, cuando se es joven, pero esto se ha vuelto insoportable para mí”. Así comienza la carta que Vincent escribió a su hermano Theo en septiembre de 1888. En ella daba cuenta del carácter de necesidad que había adquirido para él, errante y autodidacta desde joven, contar con una casa propia, con un espacio en el que arraigar. Y un lugar donde desarrollar, asimismo, su arte; un estudio de pintura a la manera de los talleres de artistas que tanto se estilaban en
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