EL PRIMER CULÉ DEL FUTURO
DOS DE CADA TRES personas viven en pobreza extrema en Guinea Bissau, y 19 por ciento de los niños padecen desnutrición, según datos de Humanium, una ONG internacional de apadrinamiento para la infancia.
Con un panorama así, era natural que Bori Fati se fuera del país a buscarse la vida para él y su familia y dejara a sus hijos Braima y Anssuname al cuidado de María de Lourdes, su esposa.
Bori encontró la promesa de una mejor vida en Herrera, municipio al sureste de Sevilla. Ahí llegó a trabajar como albañil y basurero. Luego fue cho-fer de un alcalde.
No pudo ver el desarrollo de sus hijos. Braima y Anssumane crecieron jugando al futbol en la calle, pero sin balones. ¿Qué pateaban? Pelotas hechas con calcetines.
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