¿ES LA GRAN PIRÁMIDE UNA TABLA ASTRONÓMICA?
LA FIEBRE SOBRE LAS DIMENSIONES DE LA GRAN PIRÁ-MIDE DE GUIZA Y SU PROYECCIÓN ASTRONÓMICA, GEOGRÁFICA, DIVINA Y PROFÉTICA NO HA CESADO DESDE MEDIADOS DEL SIGLO XIX. En 1850, John Taylor publicó su libro La Gran Pirámide. ¿Por qué fue construida? ¿Y quién la construyó?, donde el escritor inglés tomaba las mediciones realizadas por los ingenieros franceses durante la expedición de Napoleón a Egipto y deducía que los egipcios habían utilizado una unidad de medida mil veces mayor que una pulgada británica moderna. Hacer cálculos con esa unidad de medida comenzó a dar resultados sorprendentes, como por ejemplo que la longitud total de los cuatro lados de la pirámide era de 36.524 pulgadas piramidales (cien veces el número de días en un año).
Tiempo después, el astrónomo escocés Charles Piazzi Smyth viajó a Egipto y volvió a medir la pirámide de Keops. Las coincidencias con las medidas terrestres y el sistema solar se multiplicaron hasta el punto que estos expertos no dudaron en proclamar que la pulgada piramidal tenía que derivar de algo superior, quizá divino. Se llegó a plantear que la altura de una pirámide podía ser convertida en años y profetizar el fin del mundo o brindar con exactitud la fecha de nacimiento de Jesucristo.
Ya en el siglo XX, estas cifras, tanto las mediciones como sus comparaciones astronómicas y geográficas fueron refutadas oportunamente por los egiptólogos, ya y las medidas del globo terrestre.
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