BIENES CONGELADOS
No fue un proceso rápido. Once óvulos fueron congelados, lentamente al principio, de 7 ºC a -36 ºC, luego rápidamente hasta -196 ºC, antes de ser almacenados en nitrógeno líquido. Ocho semanas más tarde, tras descongelarse en agua a 37 ºC, uno de esos óvulos fue exitosamente implantado. Nueve meses después, en abril de 1984, en Melbourne, Australia, nació un bebé. Las noticias del primer ser humano nacido de un óvulo congelado recorrieron el mundo. En esa época, la criopreservación era considerada ciencia ficción. Hoy, el número de congelamientos de óvulos ha aumentado cada año desde 1999, duplicándose desde 2013; Rita Ora, de 28 años, tiene óvulos en hielo; Apple y Facebook ofrecen el procedimiento como un beneficio a su staff femenino, y puedes pasar una noche de sábado en una fiesta de congelamiento de óvulos organizada por tu clínica de fertilidad cercana. Una encuesta publicada por el Royal College of Obstetricians & Gynaecologists en marzo, reveló que el 11% de las mujeres dijo haber congelado, o considerado congelar sus óvulos, y un 34% confesó que podría hacerlo en el futuro. Entre las mujeres de 18 a 24 años, el 44% reveló que tomaría en cuenta el procedimiento. Claramente, el concepto del congelamiento de óvulos como un seguro de fertilidad se ha vuelto cada vez
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos