CRISTINA DE MIDDEL
Cuando uno tiene enfrente a alguien que se gana la vida con la fotografía, resulta un lugar común preguntar por su primer contacto con una cámara. Pero también es una tentación irresistible fabular sobre algo parecido a una revelación. En el caso de Cristina de Middel (Alicante, 1975) no hay nada místico. “Mi familia no tenía una gran relación con la fotografía. Yo lo único que recuerdo era intentar siempre estar detrás de la cámara para no salir en la fotos. Simplemente me encontré con la fotografía y me enganché a ella. No viene en mi ADN”.
Sin embargo, siempre ha intentado comprender el mundo en el que vive y en la fotografía encontró pronto su gran excusa. “Tengo 44 años y, en las playas de Las Salinas (Ibiza), cuando le fichó el Real Madrid. “Se ve que no podía ir nadie de la redacción y me llamaron”. Premonitoriamente, ese día fue portada del periódico.
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