SURGIMIENTO Y CAÍDA DE LOS CELTAS
TODOS LOS CUERPOS fueron arrojados a fosas o sepultados en una ceremonia ritual. Debió de ser una escena horripilante. Al menos, esa es la hipótesis de los arqueólogos Gilbert Kaenel y Lionel Pernet, quienes investigan lo ocurrido en esa colina próxima al lago suizo de Lemán, donde yacen los restos de lo que podría ser un antiguo campamento para refugiados celtas.
Hasta hace poco, Kaenel era el director del museo de arqueología e historia del cantón de Vaud, en Lausana, donde tenía a su cargo la conservación y restauración de las excavaciones en Mormont. Pernet es su sucesor y el equipo está analizando decenas de miles de huesos, fragmentos de cerámica y demás hallazgos para tratar de reconstruir lo sucedido allí hace 2 000 años.
Un hedor insoportable impregnaba Mormont. Las fosas abiertas dejaban escapar la fetidez de los cadáveres putrefactos. Los humanos habían sido decapitados. Caballos, vacas y ovejas, sacrificados.
En 2006, antes de que comenzara una operación programada para extraer piedra caliza de la colina, los arqueólogos empezaron a explorar Mormont y descubrieron 250 fosas. Algunas tenían siete metros de profundidad, mientras que otras se extendían más abajo, hasta el estrato de caliza. Los investigadores recuperaron incontables fragmentos de vasijas de cerámica y bronce, así como utensilios de herrería, seis hachas de carpintería y más de 150 muelas de molino, nuevas o apenas desgastadas. No obstante, se toparon con muy pocos vestigios de armas.
En cambio, hallaron abundantes huesos. Muchos pertenecían a valiosos caballos importados de Italia, animales que simbolizaban la condición social de los celtas. También había osamentas humanas. De hecho, encontraron cerca de 50 cuerpos, algunos dispuestos boca arriba y otros en posición sedente. Una fosa contenía un cadáver infantil semidescompuesto. Otras albergaban los restos de cuatro individuos decapitados. Algunos huesos mostraban indicios de quemaduras. Varios cráneos carecían de mandíbula; tal vez porque los celtas las retiraron como parte de un ritual.
Al principio, Kaenel y Pernet pensaron que habían descubierto un sitio de culto en Mormont. Sin embargo, muy pronto cuestionaron su hipótesis, debido a que los santuarios apuntan a la permanencia y sus investigaciones indicaban que aquellas personas vivieron allí apenas unos pocos meses. Por otra parte, tampoco pudo ser un asentamiento, pues el monte de caliza carece de manantiales y se habría tenido que acarrear agua colina arriba.
Entonces, ¿por qué sacrificaron aquellos valiosos animales y abandonaron allí sus herramientas y muelas
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