No. 17 HACE DEL MUNDO UN LUGAR MEJOR. ¡EN SERIO!
O.J. HATFIELD NO iba a sacar a los caballos este año.
“NO TENÍA EL corazón para hacerlo”, cuenta parado en su lujoso patio. Alrededor de él, cuatro caballos miniatura hacen su buffet en el césped de verano. Es junio en Tug Vallet, un camino rural donde se juntan las tierras de West Virginia y Kentucky. Está húmedo y el sol parece brillar directamente en el valle donde yace el terreno de Hatfield.
Durante los últimos seis años, en la mañana del Hatfield McCoy Marathon, O.j. Hartfield (quien es descendiente del clan feudal) ha convertido su patio delantero en un zoológico para acariciar caballos miniatura. En la milla nueva, la carrera pasa por su hogar en McCarr, Kentucky. A excepción de los primeros corredores que van por la victoria, la mayoría se detiene a tomar fotos de los mundialmente conocidos caballos miniatura de Hatfield. Pero este año fue diferente.
El hermano de Hatfield, Woody, perdió su batalla contra el cáncer en diciembre. “Amaba estos pequeños caballos. De hecho, fue él quien me convenció de ponerlos en el jardín para los corredores”, dice. El año pasado, los dos hermanos se sentaron con todos los caballos mientras los atletas los acariciaban, aunque
