REVOLUCIÓN DE PASOS

currió en París de 1957 cuando Chanel lanzó un zapato de tacón bajo que combinaba sus neutros favoritos (negro y ) y, que gracias a su diseño, lograba esconder el paso del tiempo. El modelo, mejor conocido como, fue desarrollado en el taller de Raymond Massaro y fue Karl Lagerfeld quien, en 2015, lo trajo de vuelta a nuestra era en su colección de otoño-invierno presentada en el de París. Pero, ¿un tacón de “entrenamiento” realmente puede hacer que un atuendo de diario luzca poderoso? como Barney’s New York, El Palacio de Hierro y Harrods han declarado que sus ventas en calzado femenino se han inclinado más hacia estos estilos ManoloBlahnikdice que los zapatos son una forma instantánea de crear una metamorfosis. y que, por lo tanto, casas como Gucci, Christian Dior, Miu Miu y Salvatore Ferragamo se han visto obligadas a transfigurar sus preciosos, pero un tanto imprácticos por siluetas de poca altura. La actual rebelión de las mujeres contra los diseños espigados está socialmente aceptada, al grado tal que personalidades que en su momento juraron jamás utilizar un calzado bajo, ahora se les puede ver en las creaciones de Phoebe Philo para Céline o incluso totalmente enamoradas de la cultura del . Además, el debate entre la practicidad o estar a la moda es cosa del pasado desde el momento en el que las firmas comenzaron a incluir en sus pasarelas piezas que verdaderamente pueden ser consideradas obras de arte y a su vez ofrecer un cómodo estilo de vida. Por ejemplo, la integración de perlas en la pequeña aguja de Chanel o incluso las esculturales propuestas del diseñador Paul Andrew, demuestran que el mercado ha cambiado y no hay vuelta atrás; la sinergia entre un mundo más confortable y la elegancia es ineludible. Y, a pesar de que se sabe que las tendencias van y vienen conforme pasa el tiempo, me atrevo a afirmar que las mujeres poco vamos a querer regresar a modelos indomables que nos restringen el movimiento de nuestros pasos.