LOS MIL ORGASMOS DEL TANTRA, El arte del amor y el éxtasis
La antigua vía tántrica oriental contempla el amor como algo sagrado y la sexualidad como un camino para el éxtasis. El sexo tántrico tiene como fin disfrutar del placer en toda su esencia y presta atención no sólo a los genitales, sino a todo el cuerpo. Personas en plena madurez sexual, entre 35 y 55 años, se acercan a esta disciplina en busca de una renovación en su vida sexual.
De la tradición budista a los juguetes sexuales
Los lectores veteranos ya sabéis que en la revista nos interesan las «experiencias cumbre» sin drogas. Es decir, los estados extáticos que puedan surgir de forma natural, sin el recurso de la ingesta de sustancia alguna. El sexo suele formar parte de estas experiencias, y forma parte también del tantra tradicional, en el budismo vajrayana.
En el tantra aparece la práctica del «maithuna», que describe la unión sexual en un contexto ritual, junto a otras sustancias festivas que se utilizaban en la «puya» o ritual de adoración a un dios. Las prácticas tántricas relacionadas con el maithuna requieren ante todo tiempo, así como cierta práctica (yoga, pranayama, meditación) antes de profundizar en la relación, la intimidad y la pasión.
En Occidente, este arte del amor consciente es una buena guía de prácticas amorosas que podemos adaptar a la forma de ser de los occidentales.
y , las fuerzas creadoras masculina y femenina del Universo, que se funden con el tantra en un prodigioso abrazo. Las prácticas tántricas nos hablan de transformación de los factores negativos
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