EL DIABLO OMNIPRESENTE
Tras cuarenta días vagando por el desierto, el diablo se le apareció a Jesucristo y le ofreció el mundo si se postraba ante él, para adorarlo. Dos milenios más tarde, durante el período de Cuaresma, en especial en los días previos, y los que pertenecen, a la Semana Santa, este encuentro se recuerda para que los creyentes mediten ante sus actos, mantengan la rectitud y no sean tentados. Pero, además de los temidos ataques que se aguardan por parte del demonio y sus acólitos en estas fechas, su figura también está presente de algunos actos festivos de carácter cristiano, introducida por la propia religión.
UN EJEMPLO A NO SEGUIR
En los incontable pasos que salen a la calle durante los días de la festividad de la Semana Santa, son múltiples los santos, las vírgenes y los mártires que logran que fieles, turistas y curiosos salgan a las calles para contemplarlos. En algunas de estos, el diablo se ha incorporado como un ejemplo de que
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