POESÍA ERES TÚ
En agosto todos dormimos, dijo un poeta de buen verso. También ha ocurrido así este verano, con el mundo de la cultura tan sosegado y durmiente como acostumbra. La única tormenta que recuerdo ha sido la del sonado nombramiento del poeta Luis García Montero como director del Instituto Cervantes. El anuncio desató en periódicos y redes sociales una pequeña revolución que removió algo el panorama de la cultura, una leve brisa en un período como el estival en el que las noticias suelen ser de perfil bajo y pasión escasa.
La figura de Luis García Montero, cuyo título repugna. En la tormenta de verano que siguió al nombramiento, las críticas más viscerales se dirigieron a su persona (sus romances con IU, el matrimonio con ), las más gremiales acusándole de ser uno de los timones oscuros de la poesía en España, y otras muchas, las más interesantes, la de ese nutrido grupo de lectores que atacaron directamente su poesía. Al hacerlo ofrecieron para popular escarnio perlas de la agudeza lírica de García Montero como el célebre (por ridículo) verso aquel de «Tú me llamas amor, yo cojo un taxi» o los inefables «hasta que despeguemos,/cuiden que estén derechos los respaldos,/me tienes que llamar, de sus asientos.»
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