XII PREMIO RBA DE NOVELA POLICIACA
Aunque el año comienza el 1 de enero, tenemos muy arraigado en nuestro interior, no en vano hemos pasado por el sistema educativo, que el nuevo periodo, el de verdad, se inicia en septiembre. La avalancha de novedades editoriales y los omnipresentes fascículos coleccionables que inundan los kioscos y que intentan, en la mayoría de las ocasiones vanamente que adoptemos una afición, así lo certifican. Pero hace ya doce años que el Premio RBA de Novela Policíaca es el encargado de dar el pistoletazo de salida de la trepidante carrera editorial. Y este año el primero en llegar a la meta es Walter Mosley con Traición.
Walter Mosley no es un desconocido. No. Pero las tramas clásicas norteamericanas, a pesar de la avalancha nórdica, atraen a los lectores como un panal a los osos. Y Walter Mosley es uno de los grandes. Su saga de lo catapultó ya hace muchos años al olimpo de los escritores superventas. En España desembarco en 1994 de la mano de Anagrama con que los que no son lectores recordarán por el filme de homónimo título protagonizado por . Walter Mosley no tiene la presencia concupiscente del actor, pero cuando traspasó el umbral de la sala en donde se celebraba la rueda de prensa no dejó indiferente a nadie. Tocado con un sombrero gánster versión estival, del que no se desprendió en toda la jornada, tomó asiento junto a un vehemente interprete que hizo totalmente suyas, sin escatimar el lenguaje no verbal, todas las palabras del escritor. Mosley adornó su discurso con unos prolongados silencios, la traducción impone, que dotaron de gran solemnidad a sus afirmaciones. Un par de cosas quedaron claras para todos los presentes: que no le gusta y que no cree en la justicia.
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