Había una vez.... una noche muy oscura y Jesús se había quedado solo.
Esta historia bíblica va dirigida a los niños, refleja la importancia de mirar a Jesús durante las preocupaciones. Si tenemos algún problema o dificultad nos sentiremos mal, y más aún si sólo pensamos en ello. Sin embargo si nuestra mirada está en Jesús, nuestros pensamientos estarán en El, y andaremos confiados. Dios oye nuestras oraciones, y está siempre con sus brazos extendidos para levantarnos como lo hizo con Pedro. Espero que te guste, Dios te bendiga!