En tiempos difíciles no nos agobiemos hasta el punto de sentirnos desesperanzados y desanimados No huyamos de nuestros problemas, sino que corramos hacia él.Corramos hacia Jesucristo, corramos hacia el que ha vencido al mundo.Al que es nuestro refugio y fortaleza.Al que nos dice que le invoquemos en el día de la angustia.Al que nos salva.El que cura todas nuestras heridas y enfermedades.