Lucía acude a la consulta en el sanatorio de la ciudad con Javier y luego de examinar los ojos de la joven, confirma que con una operación puede recuperar la vista. Pero en la Barriada de la Niebla, el padre de Lucía envuelto en miedo y confusión, no dará consentimiento para la cirugía que tanto ilusiona a su hija.