¿Cómo solucionas los conflictos? ¿Te gusta tener la ultima palabras en las discusiones? ¿Crees que tu verdad es la única? ¿Qué tan flexible eres para escuchar el punto de vista del otro? Sí, es hora de contestar honestamente cada una de estas preguntas, porque la rigidez podría andar merodeando por ahí jugando a ser un carcelero silencioso. Podemos saber que estamos en esta prisión cuando sentimos esta “necesidad” de querer controlar a los demás, al tal grado de querer que nos digan: “Tienes razón”. Que satisfactorio se sentiría y que tramposo sería también. ¿Descorchamos el vino? Para esta noche te recomendamos Louis Jadot Pinot Noir, ideal para trabajar la apertura. ¡Salud!