En la intrincada danza del karma, cada acción, cada pensamiento y cada sentimiento teje los hilos invisibles que moldean nuestro destino. Muchos de nosotros, embriagados por momentos de alegría y prosperidad, olvidamos la naturaleza cíclica e inexorable del karma. Nos volvemos complacientes, permitiendo que los días se transformen en años, olvidando que cada momento de bienestar es una oportunidad dorada para sembrar semillas de conciencia y crecimiento.En este video, exploraremos cómo la inacción durante tiempos de gracia puede preparar el terreno para ciclos futuros de dificultad. Pero más importante aún, exploraremos cómo podemos quebrar este ciclo.¡Cada momento de buen karma en un escalón hacia la liberación espiritual!