En el programa de esta semana viajamos hasta el III Reich para conocer mejor la figura de Albert Speer, el arquitecto favorito de Adolf Hitler.

Speer fue su arquitecto y confidente, fue sólo o sobre todo, eso lo veremos en la parte final del programa, un eficaz tecnócrata que logró dar forma con maquetas y edificios a los sueños visionarios del Führer.

Entre sus obras, de dimensiones faraónicas, destacan el Zeppelinfeld de Núremberg en 1935, con su impresionante "Catedral de Luz", o en la nueva cancillería que levantó para Hitler en Berlín en 1938, pero el inicio de la guerra en 1939 interrumpió la mayor parte de ellos, dejando reducidos al estadio de titánicas maquetas el más ambicioso de todos ellos, Welthauptstadt Germania.

En febrero de 1942, Albert Speer era nombrado Ministro de Armamento y consiguió llevar a cabo el llamado «milagro del armamento alemán», aunque este milagro está lleno de sombras y sospechas.

Tras la caída de Berlín, Speer fue detenido por los aliados y juzgado en Nuremberg. Allí llevó a cabo una defensa magistral ya que, aunque se declaró «no culpable» por la muerte de millones de judíos, si afirmó estar arrepentido por haber usado a los prisioneros como mano de obra esclava. Las culpas cayeron completamente sobre Sauckel, su ayudante, que fue condenado a muerte, quien antes de morir señaló que el verdadero responsable era Speer. ¿Era esto verdad? En la parte final del programa intentaremos desvelarlo.