Un problema sencillo, es aquel que requiere de un conjunto de habilidades que una vez dominadas, automatizan un proceso. Como por ejemplo: hacer una receta de cocina.
Un problema complejo, es aquel que una vez resuelto, se vuelve replicable. Como por ejemplo: Enviar un cohete a la luna.
En cambio, un problema compuesto, es una mezcla de problemas simples y complejos que nos obligan a crear una solución fuera de lo común. Como por ejemplo: Criar un hijo.
Para nosotros la vida no es más que una serie de problemas compuestos esperando a ser resueltos.
En este podcast y de la mano de Andrés Garza, vas a escuchar la historia de diversas personalidades que han resuelto sus propios problemas compuestos para llegar hasta donde están el día de hoy.
Que lo disfrutes.



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