Durante tu niñez pudiste haber creado mecanismos de autodefensa para protegerte de la decepción, tristeza y aún el abuso. Aunque dichos mecanismos quizá llegaron a disminuir el estrés en la infancia, muchas veces se quedan hasta la edad adulta como cadenas que nos atan al pasado y al dolor. Hoy el Señor nos invita a despojarnos de las cadenas de la infancia y mejor confiar en su amor y sus principios de libertad.
Este es un reporte semanal de La Visión del Sembrador, con su siervo Felipe, fundador de Radio Nueva Vida.
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