La regulación de la IA puede generar preocupaciones sobre un aumento en el control. Si bien la regulación de la inteligencia artificial es importante para abordar temas como la privacidad, la ética y la responsabilidad, también existe el riesgo de que se utilice como una herramienta de control excesivo. Es crucial encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos individuales y la innovación tecnológica, para evitar que la regulación se convierta en un medio para ejercer un control desproporcionado. Se necesita un enfoque cuidadoso y transparente en la regulación de la IA para garantizar la confianza y el beneficio general en el uso de esta tecnología.