Cuando la mentira se vuelve un hábito, nos alejamos de la verdad y nos envolvemos en una red de engaños. Nos convertimos en personas deshonestas, lo que afecta nuestras relaciones y nuestra integridad personal. Perdemos la confianza de los demás y nos alejamos de la comunión con Dios. Además, la mentira puede llevarnos a una espiral descendente, donde necesitamos más mentiras para encubrir las anteriores. Hosted on Acast. See acast.com/privacy for more information.