Clari Benatti nos cuenta su cambio de carrera, de ser diseñadora a convertirse en una reconocida tatuadora.
Antes de lanzarse de lleno a una carrera como tatuadora, Clari acumuló 10 años de experiencia como diseñadora en las áreas de moda, publicidad y eventos. Ser tatuador era un anhelo antiguo, ya que a diferencia del diseño gráfico, es una profesión que te permite imprimir tu identidad artística sin tantas injerencias externas. Por otro lado, fue a través del diseño, cuya interpretación de los briefings era una práctica rutinaria, que la artista desarrolló una sensibilidad y una capacidad insuperable para traducir sentimientos y emociones que dan vida a su arte.
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