El bien y el mal han convivido desde los inicios de la humanidad, y, parece chiste, pero el mal siempre ha ganado. Todo gracias a un ser que no puede ser nombrado, y que durante siglos ha sido exiliado, pero está presente, y ha estado presente siempre, nuestras madres nos lo han dicho de forma reiterativa, ya que, Pokemon, los Chicago Bulls, Shakira, Dragon Ball, Naruto, Los Avengers, le rinden culto ante nuestros ojos, y nosotros, obnubilados por su poder, hemos caido.
Una entidad que, con sus cachos y cola nos llevan por el mal camino, y que su principal vicio es lamber las cosas que se caen al suelo por más de 3 segundos “Ya lo chupo el hablo” dicen los mexicanos cuando alguna comida se cae al suelo.
Un ser que nadie es capaz de definir, porque algunos le llaman el demonio, Belcebub, Satanás, Lucifer, Baphomet, el viruñas, el patas, el perro de ojos rojos que se le apareció a algún campesino en una vereda o al mismísimo Richard Ramirez, o simplemente, una construcción de la iglesia para justificar la ineptitud de un dios que no es capaz de eliminar los males del mundo por un presunto libre albedrio por medio de copias y copias y malas interpretaciones, lo que nos hace preguntar ¿Por qué dios es el bueno si mato tanta gente y el diablo es el malo?, sencillo, dios tiene una mejor agencia de publicidad… hoy hablaremos de La Historia del Diablo.