La pasión, nadie puede describir la pasión. Sólo puedes vivirla. Sólo puedes sentir esa energía súbita dentro de tu piel. Ese grito que sale de lo profundo. Es lo que sientes cuando ves una pelota que vuela rumbo a la eternidad. Es el sobresalto que te provoca esa atrapada en la barda que cambia la historia. Es una recta cruza el plato y poncha a tu oponente. Es México, si la pasión es México triunfando en el escenario en el campo de los sueños. Porque los mexicanos llevamos nueve décadas luchando por abrir espacios en el mejor beisbol del mundo. Nueve décadas haciendo, no hablando. Desde Melo Almada, el primero en las mayores hasta el 145… Pasando por Beto Ávila, Fernando Valenzuela, Vinicio, Oliver y Adrian. Soñabamos con el quinto partido, ellos nos dieron el quinto, el sexto y también el séptimo. El viaje completo. Y además se encargaron de gritarle al mundo como es México, como sentimos el beisbol. Porque hablar lo pueden hacer muchos. Pero HACER, verdaderamente hacer, muy pocos. Y en el beisbol México lleva nueve décadas haciendo cosas grandes y provocando emociones que le dan la vuelta al mundo.