En la década de los noventa, fue la mujer más aclamada del estado mexicano de Sonora por su belleza y carisma, después de ser coronada como miss. Aspiraba ser “una mujer de sociedad”, pero terminó convirtiéndose en la cabecilla de una de las organizaciones más despiadadas y feroces del mundo: el Cártel Beltrán Leyva.Clara Elena Laborín Archuleta pasó toda su infancia y juventud en Agua Prieta, Sonora, una ciudad fronteriza entre México y Estados Unidos, lugar en el que fue culpada de manera implacable por las autoridades por el incremento vertiginoso de ejecuciones y enfrentamientos entre cárteles del narco.Su vida rodeada de fama y lujos tuvo un vuelco radical después de enamorarse y convertirse en la esposa de Héctor Beltrán Leyva, alias “El H”, un narcotraficante que integraba el Cártel de Sinaloa, dirigido en ese entonces por Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”.