El 11 de mayo de 2011 se estrenó la película Everything must go, un largometraje que demostró el potencial de Will Ferrell como un actor dramático, en lugar de ser solo un comediante más, pero esta película es solo un ejemplo de cómo un actor conocido principalmente por hacer reír a las personas, es capaz de entregar papeles emocionales y profundos que cautiven al público más allá de las risas. Estas son las historias de tres comediantes que entregaron grandes papeles dramáticos merecedores de un reconocimiento tan amplio como el de sus comedias.
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