Imagina un bote que se impulsa a sí mismo, moviendo su "cola" de un lado a otro, tal como lo haría un pez. Esa es la clase de máquina que crea el laboratorio de Robert Katzschmann: robots de cuerpo blando que imitan a la naturaleza con sus movimientos, todo a través de músculos artificiales silenciosos. Nos expone su visión de máquinas que adoptan nuevas y fascinantes formas, hechas de materiales más blandos y más cercanos a la vida; capaces de descubrir partes nunca antes descubiertas en el mundo.