No teman.

1) Cuídense: Es que lamentablemente te tengo que decir que tenés que cuidarte, de todos, incluso de los que trabajamos en las cosas de Dios, porque la envidia y el poderío nos mata. Es cuidarse de la hipocresía, pero también es cuidarte de que no caigas vos en esa hipocresía en donde te llegas a convertir en «más papista que el Papa» o haces que la Iglesia sea para algunos y no para todos. Hoy tenés que cuidarte de aquellos que usan incluso a Dios para herir, para imponer, para marcar poder. Vos no caigas en ese fariseísmo.

2) Nada oculto: Es necesario ser transparente en la vida. Dios te pide ser transparente para llevarlo a Él. Nosotros no somos una legión oculta, ni tampoco personas que viven entre secretos. Decimos y vivimos en la verdad y somos libres. Si querés ser libre, aprende a vivir en la verdad.

3) Vos vales: Las humillaciones nos llevan a un tan gran golpe que creemos que somos nada. Somos hijos de Dios y vos sos valioso, pero tu hermano también es valioso. Vos vales y tus hermanos valen. Nadie es más que nadie. Todos somos hijos amados. Por eso, no humillar a nadie. Aprender a valorar es nuestra tarea. A seguir y valorar a todos. ¿Qué te parece si hoy rezas el rosario por alguien que humillaste o te humilló en tu vida? Hasta el cielo no paramos.

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