Tras competir en los Juegos Olímpicos de Londres y un caso polémico por dopaje, las sospechas sobre su vida se habían multiplicado. Había quien la veía como una tramposa. Un ejemplo de cómo no hacer las cosas. Otra gente acabó comprendiendo que se trataba en realidad de una cabeza de turco. Pero el caso de Yúliya Balykina no dejó a nadie indiferente en Bielorrusia. Estuvo en la boca de todos durante varios meses. Así, hasta que apareció muerte en un bosque. El misterio de lo que pasó aquel mes de octubre de 2015 paralizó el país durante un tiempo. Hoy, nadie ha olvidado su historia.