Hábito 4. El compromiso

Vamos a hablar hoy de acuerdos, de valor, de amor por uno mismo. Muchas veces nos sentimos atacados por personas que igual nos ofenden por su forma de hablar, de dirigirse a nosotros mismos, no sentimos tremendamente ofendidos. Y luego analizas tu día a día y las mayores ofensas y faltas de respeto nos las hacemos a nosotros mismos. Cuando te dices: tengo que ir al gimnasio y te quedas con el móvil, tengo que leer y te quedas viendo la serie, tengo que hablar a mi amiga de hace años y finalmente no lo haces. Esa falta de compromiso es la mayor de las ofensas, antes de ofenderte tan rápido ante externalidades busca dentro de ti.

Y me acuerdo que en una conferencia que presencié, el ponente comentaba ¿Cuántos de vosotros estáis dispuestos a correr una maratón? Con todo el entrenamiento que conlleva, claro no era una conferencia de deportes, así que unos pocos levantaron la mano. Ahora bien, cambió la pregunta “Cuántos de vosotros acabaríais una maratón a cambio de salvarle la vida a un familiar vuestro” Toda la sala levantó la mano. Y ASÍ SE DEFINE EL COMPROMISO

Que diferencia hay entre los dos ejemplos: EL PROPÓSITO. Cuando tienes un propósito, cuando tienes una misión y sea cual sea el estado sabes lo que tienes que hacer, vas en piloto automático, pero hacia la evolución.