"Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará".

Marcos 8:33-35

La salvación es completamente por gracia. Es ofrecida libremente en el evangelio a todos los pecadores sin dinero y sin precio. Como nos dice el apóstol Pablo en la Epístola a los Efesios:

"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe".

Efesios 2:8-9

Pero hay una paradoja: es por gracia y al mismo tiempo debemos negarnos a nosotros mismos.

Este programa de Entendiendo Los Tiempos con Sugel Michelén y Eduardo Saladín.

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