Cuando arrancas a emprender descubres nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas y productos o servicios que vas agregando a tu catálogo que poco a poco se convierten en unidades de negocio, divisiones que sirven como fuentes de ingreso para tu emprendimiento. Toma en cuenta que siempre dependerás del capital humano para operar y vender, así que ahí viene el cómo dividir nuestras unidades y compartir el valor con nuestros equipos de trabajo. Ya cuando estás ingresando divides ese dinero para que todo funcione bien; reinviertes en tu negocio e impulsas a todos tus colaboradores y vendedores con incentivos muy especiales.