En este episodio “Jesús crucificado, muerto y sepultado” podrás escuchar que después de crucificar a Jesús, algo increíble sucedió al mediodía, la tierra se llenó de oscuridad hasta las tres de la tarde. A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza; “Elí, Elí lemá sabactani”, Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Entonces, Jesús dio otra vez un fuerte grito, y murió. En ese momento, sucedió otra cosa aún más sorprendente, la cortina del templo se rasgó en dos, pero se rasgó de arriba abajo. Luego de eso la tierra empezó a temblar, las rocas se partieron en dos,   y las tumbas se abrieron, los que estaban allí se llenaron de miedo y dijeron; “de veras este hombre era Hijo de Dios”. Al acercarse la noche, José de Arimatea quien era seguidor de Jesús, pidió a Pilato el cuerpo de Jesús para colocarlo en una tumba y tapó la entrada de la tumba con una piedra muy grande y se fue. Esta parte de la historia puedes
encontrarla en el libro de Mateo 27:32-66.