Quien lo deja.
1) El dejar: vos sabes que no se puede tener todo en la vida. Y no a todo le podés decir sí… Cuando decís sí a una cosa decís no a otra. Y si querés tenerlo todo, serás un gozoso y empachado de la vida que lo único que hará en vos es un mal. La vida es linda y no tenemos discusión de ello, pero exige renuncia; si no, no hay planificación de la persona. En el catolicismo pasa igual, como diría San Pablo: «Todo me está permitido, pero no todo me conviene».
2) El ciento por uno: Dios no se deja ganar en generosidad y eso te lleva a ver que lo que Dios te regala es en lo cotidiano de cada día. Es desde ese amanecer y abrir los ojos, o como el cariño de alguien que te abre plenamente su corazón.
3) Los últimos: hay veces que nos creemos más que otros por tener mayor conocimiento de la religión o por cumplir más normas que otros. ¡No! Jesús te recuerda que la clave es ser sencillo y hacer lo de cada día con amor y pasión. ¡Vamos, que hasta el cielo no paramos!

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