Desde que se hizo público, la información que hemos recibido sobre este virus ha pasado por muchas fases, empezando por cómo la comunidad científica le fijaba un nombre mientras las ventas de la cerveza Corona bajaban drásticamente, todo con una tranquilidad ingenua de que el susodicho virus no era más que una "fuerte gripa".
Menos de tres meses después el planeta entero está detenido, muchos han perdido a seres queridos, otros se han quedado sin sustento y todos estamos batallando con este "new normal" que el 2020 nos impone.
Hoy sabemos que el Sars-CoV-2 a.ka. Covid-19 sí es un virus letal, no discrimina ni edad, ni raza, ni género, y muchos somos aún más vulnerables por las tan sonadas preexistencias (hipertensión, diabetes, EPOC, obesidad, hipotiroidismo, cáncer, VIH, etc.). Para hablar de esto, invité a Johana Rojas, una amiga que desde niña se ha enfrentado a la muerte, y en especial a la estadística, que siempre ha estado en su contra.
Johana es sobreviente de tres cánceres, a una edad muy temprana perdió a su mamá por esta misma razón, tuvo que someterse a la amputación de su pierna izquierda y más adelante a la extirpación de sus mamas y ovarios. Los médicos siempre le han dicho con asombro que su forma de enfrentar las circunstancias es la que la he permitido hacerle frente a todo. Hoy, con la amenaza latente del Covid-19, el testimonio de Joha cobra un nuevo significado.