6. Pídele a Dios ser libre de todo bloqueo

Hay bloqueos interiores que son como los piquetes del alma. Ellos le impiden a las bendiciones de Dios que se muevan en tu vida y que te lleven hacia adelante en las diversas dimensiones, en las cuales el Señor sabe que puedes progresar.
Nos liberamos de estos piquetes y virus interiores por medio de la oración del corazón, cuándo, como el apóstol Juan, declinamos nuestra cabeza sobre el pecho de Jesús y le confesamos nuestros sentimientos más íntimos y nuestros temores más profundos.
Pidámosle al Dios de la vida que, con su Santo Espíritu, resetee el disco rígido de la memoria de la computadora de nuestra mente.
El sabrá liberarnos de todo virus que está bloqueando los recuerdos y experiencias de nuestra vida, los cuales constituyen una riqueza para compartir con quienes nos rodean y con quiénes, de manera sorpresiva, Dios irá poniendo en nuestro camino.

? Salmo 32, 7: Tú eres mi refugio, tú me libras de los peligros y me colmas con la alegría de la salvación.

Padre Gustavo E. Jamut