Marcos
El libro de Marcos es una de las cuatro narraciones de la vida y las enseñanzas de Jesús en el Nuevo Testamento. Su autor no se identifica por nombre, ni dice a quién le escribe. Pero el mismo libro nos permite determinar mucho acerca de estos asuntos.
En primer lugar, es evidente que este libro se dirige a un público romano, es decir, a personas cuyo idioma materno era el latín, que vivían lejos de la tierra de Israel y que no estaban familiarizadas con las costumbres judías. El libro se escribe en griego, la lengua común de la época, aunque emplea muchos términos latinos. El autor explica las costumbres judías y traduce citas de Jesús en arameo. También hace notar que Simón de Cirene, quien llevó la cruz de Jesús, era el padre de Alejandro y de Rufo, con la esperanza de que su público supiera quiénes eran estos hombres. Un hombre llamado Rufo era uno de los líderes de la iglesia en Roma.
Otra cosa que podemos concluir del libro es que su autor fue testigo en persona del ministerio de Jesús o escuchó acerca de Jesús de un testigo presencial. El libro incluye muchos detalles que un testigo presencial recordaría. En una oportunidad se nos dice que Pedro se acordó que Jesús había maldecido la higuera. Un detalle como este solo el mismo Pedro pudo habérselo contado originalmente. En consecuencia, el libro bien pudiera ser las «memorias» de Pedro como discípulo de Jesús.

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