En diciembre de 2019 China reportó un virus que comenzó a provocar un nuevo síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS) en la región de la ciudad de Wuhan, tempranamente identificado por un agente nuevo: una mutación de coronavirus que devino en el infame COVID-19. El esparcimiento de la enfermedad rápidamente adquirió el título de Epidemia para llegar a Pandemia y terminar por considerarse como endémica, en las últimas semanas. Es decir, la humanidad recibía una nueva enfermedad en el catálogo de amenazas globales.
La reacción de organismos internacionales, gobiernos y organizaciones no-gubernamentales de toda índole recorrió todo el espectro posible. Desde la alarma hasta las reflexiones profundas, las voces de todos opinaban al mismo tiempo. Si a esto se le adiciona que la pandemia llegó relativamente rápido a todos los rincones del globo y ha provocado un confinamiento, cuarentena ó encierro, que tiene como constante la incertidumbre, el miedo, la negación, la frustración y hasta el enojo, podríamos pensar que las reacciones se quedaron cortas. En este capítulo buscamos dar un contexto al caos provocado en todos los niveles sociales, políticos, económicos y hasta industriales, culturales y hasta deportivos.
¿Cree usted que el confinamiento tiene relación alguna con el Brexit? ¿Se nota alguna correlación de la crisis con las decisiones geoestratéticas de China, Rusia y Estados Unidos? ¿Cree usted que el COVID no existe? ¿Qué tiene que ver el escondidizo grupo Atlacomulco con todo esto? ¿Considera que la respuesta del gobierno ante el COVID fue insuficiente? Lo mismo piensan los estadounidenses, franceses, italianos, españoles…
¿Debería dársele prioridad a la economía sobre la salud de la población?
Acompáñennos a deglutir la realidad que nos engulló el primer semestre de 2020…¿Será que habra una nueva... “realidad” alterna?
Esferas Aparte

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