Descubre este podcast y mucho más

Los podcasts se pueden disfrutar de forma gratuita sin necesidad de una suscripción. También ofrecemos libros electrónicos, audiolibros y mucho más por solo $11.99 al mes.

AHD18 - De transcantantes, cuerdas tensas y venenos que alimentan

AHD18 - De transcantantes, cuerdas tensas y venenos que alimentan

DeAquí hay dragones


AHD18 - De transcantantes, cuerdas tensas y venenos que alimentan

DeAquí hay dragones

valoraciones:
Longitud:
74 minutos
Publicado:
31 oct 2018
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

Os advertimos de que en este programa la cordura se ha tomado unos días de asuntos propios.Arturo González-Campos abre el primer huevo del dragón con una idea revolucionaria que podría cambiar el piedra, papel y tijera para siempre –ahora que nos habíamos acostumbrado–. Su propuesta es razonada por todos y se llega a la conclusión de que es una mierda. Aunque lo que viene detrás es peor. Es decir, mejor. Es decir, lapislázuli. Nosotros nos entendemos.A Javier Cansado le gustan los concursos, y hoy nos propone uno que hará que abráis las orejas como un perrete. Ojos cerrados, prejuicios fuera y mucho soul en esta sección.Rodrigo Cortés nos habla (con música extraextradiegética de fondo) de una de las películas más famosas del señor que se pone de lado en cuanto ve que hace sombra. Oro parece, plata no es. Y lo que suena es fantástico (no la música, necesariamente), estad atentos y en tensión como una cuerda de cáñamo.Juan Gómez-Jurado, que casi siempre acaba el último (porque, si no, no acabaría), nos trae uno de esos temas con los que el creador de thrillers se pone hasta servilleta: «El envenenador filántropo». Un asunto chungo, sí, chunguito en realidad, ya lo veréis, que termina con un juanconsejito sobre la miel que os cambiará la vida para siempre, o para esta tarde, que tampoco hay que fliparse.Y recordad: mucho cuidado que... ¡Aquí hay dragones!
Publicado:
31 oct 2018
Formato:
Episodio de podcast

Títulos en esta serie (85)

Cuando los cartógrafos del Renacimiento reflejaban en sus mapas una zona jamás pisada por el hombre y, por tanto, seguramente peligrosa, dibujaban una criatura mitológica y escribían debajo: «Hic Sunt Dracones»… AQUÍ HAY DRAGONES.