Adolfo Gondulfes harto de perseguir inútilmente la estabilidad económica ha decidido comenzar a ejercer de escritor. “Inestable si; pero haciendo lo que me da la gana” ha razonado ...ver másAdolfo Gondulfes harto de perseguir inútilmente la estabilidad económica ha decidido comenzar a ejercer de escritor. “Inestable si; pero haciendo lo que me da la gana” ha razonado al ver que después de años persiguiendo la tan recomendable estabilidad económica esta insistía en rehuirle.Durante años desempeñó diversos empleos en los que fue incapaz de abandonar la incertidumbre. Cuando no eran los salarios insuficientes, resultaba que la empresa, cuya función podía consistir en fortalecer la convivencia y el progreso de la sociedad, en la práctica contradecía los principios básicos de la ética más elemental. Así, harto de trabajar a disgusto, de que su empleo estuviera siempre en el aire y que no supiera hasta cuando iba a poder seguir manteniendo su precario nivel de vida, decidió que lo mejor era trabajar en lo que le gustaba. De esta manera no solo disfrutaría el tiempo que le dedicase a este oficio, sino que además el resto del día dejaría de ser una amargura.Adolfo Gondulfes es un autor que escribe con total libertad lo que su imaginación le suministra. Sin ataduras, sin complejos y sin miedo, construye historias imaginarias, por momentos sorprendentes, que, sin embargo, no dejamos de aceptar como reales y cercanas.Hombre que amor aguarda, que iba a titularse Amores en el invierno y también, Vejez, maldita sorpresa! , no es su primera obra pero si la primera que ve la luz y lo hace con la burda esperanza de que pague la que consume en el bar, por lo menos.ver menos